Kika, a los cuatro meses. Zaragoza. Agosto, 2008
Se había hecho un hueco en la familia. A pesar de su independencia. Aparecía furtivamente cuando íbamos por el segundo plato, para replegar los restos del filete. O por la noche, para colarse entre las sábanas. La ventana de casa que daba al tejado permanecía entreabierta día y noche sólo por ella.
Kika alimentando a su camada. Marzo, 2009
Fue solícita madre y sacó adelante a cinco cachorros. Soportó estoicamente los achuchones de mi hija. Pero explorar los solares que hay más allá de la calle le ha costado la vida. Los automóviles no entienden de gatos.
Acabo de cerrar la ventana que da al universo gatuno.
Kika soportando a la prole. Abril, 2009
La gata Kika
Kika tiene gatitos
Kika tiene gatitos
4 respuestas a «ADIÓS A KIKA»
Es una pena,¿No te quedaste ninguna cria?
Tuvo una corta vida pero no dejó que se perdiera su genética
Una verdadera pena Lygeum, ánimo.
k pena… me recuerda a otra gata que tuve, que atropellada, llegó con la fuerza suficiente para dar de tetar a sus crías por última vez… es una lástima lo lindos y listos que son estos animales y el poco que se puede disfrutar de ellos al tenerlos libres.. en el pueblo siempre he tenido gatos y nunca han durado más de 3 años de media, lástima y cada día apreciamos y respetamos menos la naturaleza y los animales