Cada vez son más las voces que se suman contra la oleada eólica que impulsa el presidente Lambán, del Gobierno de Aragón, que ha dado carta blanca para liquidar el medio natural aragonés mediante un plan de industrialización del medio rural sin precedentes, a costa del paisaje y la biodiversidad.
La Comarca del Matarraña y los empresarios turísticos del Maestrazgo y numerosas personas sensatas se han rebelado en contra de los proyectos eólicos que pretenden instalar cientos de aerogeneradores y centenares de kilómetros de líneas eléctricas arruinando un recurso esencial como es el paisaje.
Esta reacción surge cuando se pone en cuestión función del INAGA tras el grave fallo de autorizar los parques eólicos de Sierra de Luna junto a un dormidero comunal de alimoches y la alta tasa de mortalidad de fauna que se produce en los parques en funcionamiento sin que el Gobierno de Aragón tome medidas.