El parque eólico Romerales 2, del que ya se ha hablado en estas páginas (ver: Viaje al infierno, parque eólico Romerales 2) por el brutal impacto sobre el territorio y por ser un auténtico matadero de aves y quirópteros desde el primer momento de su entrada en funcionamiento, consta de trece máquinas ubicadas en el Acampo del Marqués en la estepa sur del TM de Zaragoza.
La central fue promovida por el grupo Forestalia y adquirida posteriormente por Repsol.

Recientemente, en pocos días, naturalistas aragoneses han encontrado numerosos cadáveres bajo los aerogeneradores en una revisión somera del terreno.

© Archivo/AdT
Con fecha siete de junio se encontró un cadáver de milano negro (Milvus migrans) bajo la máquina nº 1, de lo cual se dio parte al teléfono de emergencias 112 del Gobierno de Aragón, que derivó el aviso a la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza para que se les remitieran las coordenadas de los restos y proceder a su retirada.

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Con fecha veinte de junio se encontraron otros diversos cadáveres bajo las máquinas y de nuevo se dio parte al 112 que derivó otra vez la llamada a la Unidad Verde.

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En concreto, al revisar las inmediaciones de ocho máquinas se hallaron restos de tres milanos negros, una cigüeña blanca, un córvido y dos murciélagos. También se halló un ala de perdiz roja que, ante la duda, se atribuyó a depredación. Con posterioridad, la Unidad Verde, al cotejar las coordenadas que se les remitieron informa de que ha hallado, además, los cadáveres de otro milano negro y un buitre leonado.
La cigüeña era un ejemplar anillado (ICONA 9020473) y marcado con banda de lectura a distancia (F24M). Se trataba de un animal que fue anillado de pollo en 2003 en La Puebla de Alfindén. La noticia ha consternado a los ornitólogos que seguían sus pasos.


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En la tabla se detallan los restos encontrados, lo que da idea de la altísima siniestralidad de la central eólica, máxime cuando está dotada de unos presuntos sistemas de detección y disuasión de aves.

Por otra parte, la antigüedad de la mayoría de los restos es indicativa de que el seguimiento de siniestralidad no se realiza o se realiza muy deficientemente (ver: Malas prácticas en la vigilancia ambiental de los eólicos). Es por ello que se infravalora la mortalidad de los aerogeneradores.

Igualmente, la presencia de cadáveres de murciélagos, detectados a pesar de su pequeño tamaño, indica la alta tasa de bajas que sufren estos pequeños mamíferos.

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