Abejas salvajes recolectando alimento en un girasol
Los girasoles, además de poner una nota de color en el campo, son un reclamo excepcional para los insectos, los cuales acuden a alimentarse y aprovisionarse en sus capítulos floridos. Los visitantes más habituales son del grupo himenópteros como las abejas.
Abeja recolectando polen y néctar en un girasol
En la imágenes que hoy ilustran este breve artículo se observa con detalle cómo es la lengua de la abeja, en este caso de una abeja silvestre sin identificar, que anda atareada acumulando polen en sus patas y abdomen. La lengua de las abejas está diseñada para acceder a líquidos, como el néctar que producen algunas flores.
Abejas silvestres recolectando alimento en un girasol