Tras aclararse el origen de las extrañas huellas aparecidas en el polvo de los caminos y El grumete del Beagle nos sacaba de dudas, sorprendí a los autores de los rastros in fraganti.
Efectivamente, eran coleópteros -popularmente denominados escarabajos- los responsables de las delicadas huellas que el polvo registró. El ejemplar de las fotos inferiores parece ser Dorcus parallelipipedus, de la familia LUCANIDAE.