El Barranco del Bayo es un pequeño arroyo que recoge aguas de las estribaciones de la sierra del Moncayo y atraviesa diversas localidades de la margen derecha del Ebro hasta desembocar en él. De caudal irregular pero siempre escaso, logra crear un pequeño oasis de verdor en la estepa y, entre Pedrola y Luceni (Zaragoza, España), origina un amplio saladar. Allí podemos ver al aguilucho lagunero sobrevolar el tamarizal, a los milanos revisar las parideras tras algún despojo y a los incansables bandos de cernícalos primillas cazando insectos. A pesar de la riqueza biológica del paraje, sus laderas se han llenado de centenares de aerogeneradores y tendidos eléctricos que están causando una enorme mortalidad en las aves.
En sucesivas visitas a los aerogeneradores Sekano y Barracuda han encontrado numerosos cadáveres de aves, especialmente buitres, fulminados por las máquinas. Los cadáveres yacen largo tiempo por el campo siendo, a la larga, enterrados por los tractores cuando labran los campos, ejemplo del desprecio hacia la fauna y muestra del escaso control ambiental ejercido sobre las instalaciones eólicas. Todo ello ha sido puesto en conocimiento de los responsables del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, de lo que se ha hecho eco la prensa.
Vista general del saladar del Barranco del Bayo
Arroyo del barranco del Bayo
Una respuesta a «VIDA Y MUERTE EN EL BARRANCO»
Es bueno que creen conciencia en la gente. La mayoria de las personas viven con los ojos vendados y no saben lo que pasa a su alrededor (o mejor dicho no se arriesgan a mirar)
Suerte