Pinar de Valmadrid (Zaragoza) tras un incendio. Agosto 31, 1989
Ayer se declaró un incendio forestal en los pinares de Valmadrid que se originó cerca de Jaulín y que lleva arrasadas 1500 hectáreas. No sé cuánto corresponde a pinar y cuánto a matorral o cultivos. Este gran incendio se suma al también gigantesco del Maestrazgo turolense de la semana pasada.
Estos días me han llamado algunos periodistas a raíz de los incendios de Teruel, para que les hable del desastre ecológico que es el fuego y los animalitos que morirán… en fin, para que les llore un poco. Pero cuando les digo que el bosque se recuperará, que tiene capacidad para ello y que puede ser mucho peor lo que haga el Gobierno de Aragón o los Ayuntamientos -las Comarcas, ahora- en las zonas incendiadas cuando metan las máquinas a reforestar, entonces, la mayoría (dos de tres) de los periodistas pierden el interés y ya no quieren saber más. Lo que quieren es morbo.
Pinar incendiado de Valmadrid regenerándose. Septiembre, 1991
Voy a explicar lo que quiero decir. En el año 1989 también se quemó una buena parte del pinar de Valmadrid en las inmediaciones del pueblo y realicé un cierto seguimiento de la evolución de la zona arrasada. Fui varias veces al lugar para observar cómo respondía la vegetación. Y me sorprendió gratamente la respuesta de las plantas, que pronto volvieron a tapizar el monte. Coscojas y enebros rebrotaron con fuerza (ver foto superior) y nacieron nuevos pinos.
Pinar de Valmadrid, aterrazado. Enero, 1994
La zona quemada estuvo dos o tres años sin tocar y se regeneraba bastante bien. Hasta que a alguien se le ocurrió que no podía ser así y decidió plantar pinos. Para empezar labró -sin piedad- el monte en unas zonas y en otras hizo una terrazas terribles, adornado todo con la apertura de innumerables pistas. Por supuesto, tanto el labrado como el aterrazamiento detruyeron muchos árboles y arbustos que estaban creciendo o que habían sobrevivido al fuego y destruyeron el perfil del terreno. Fue un desastre total.
Pinar de Valmadrid, labrado a favor de pendiente. Enero, 1994
Espero que no se repita. Y que dejen al monte en paz.