Las consecuencias que la alimentación tiene tanto en la salud de las personas como en el medio ambiente es un hecho incontrovertible y abundantes son las referencias científicas en ambos ámbitos. En los países industrializados, por exceso de algunos alimentos y carencia de otros y por la contaminación y degradación ambiental que ocasionan la agricultura y ganadería industriales, muy intensivas, son abundantes las recomendaciones sanitarias sobre reducir la presencia de determinados alimentos en la dieta (grasas, azúcares, alcohol…) dadas las enfermedades que acarrean y las alertas científicas y de los grupos ecologistas sobre el negativo impacto ambiental de producir determinados alimentos.
Estos días, el DEMONIO comunista Garzón, ministro de Consumo para más inri, ha sacado a colación la propuesta de reducir el cosnumo de CARNE tanto por razones de salud como para reducir los gases de efecto invernadero y el consumo de agua. Y, claro, todo el MUNDO se le ha echado encima.
Según el Informe del consumo alimentario en España 2020, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo per cápita en España se acerca a los 50 kg y supone el doble de lo que recomienda la Agencia Española Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), mientras que la organización Mundial de la Salud sugiere consumir unos 300 g a la semana, lo que supone unos 16 kg al año por persona. Así que la elección está clara.
Dejo aquí algunos enlaces de interés:
Campaña «Menos carne, mejor carne» de Amigos de la Tierra
Campaña «Consumir menos carne para un planeta más sano» de Greenpeace