Hojas y frutos inmaduros del zumaque. Julio, 2006
El zumaque (Rhus coriaria) es una planta muy curiosa. Se la puede ver por cunetas y laderas del suroeste de la provincia de Zaragoza, en las zonas bajas del Sistema Ibérico, como reliquia de antiguos cultivos.
Pertenece a la familia de las Anacardiáceas (Anacardiaceae), como el lentisco, el pistacho y el mango. Su nombre castellano proviene del árabe simâq. Se trata de un arbusto ramoso de dos o tres metros de altura. Las ramas están densamente cubiertas de pelos que les dan un aspecto aterciopelado. Las hojas, caducas, son compuestas (imparipinnadas) y los foliolos son lanceolados y de borde aserrado. El envés también es aterciopelado. Las flores son diminutas y se disponen en una inflorescencia densa llamada tirso (racimo de cimas). Los frutos son lenticulares y de tipo drupa. Cuando maduran, en otoño, son de color pardo rojizo y muy aterciopelados también.
Según Ginés López González en su Guía Incafo de árboles y arbustos de la Península Ibérica, el nombre genérico rhus provendría de su denominación latina, que provendría el griego rhóus con el que lo conoció Dioscórides y éste del celta rhudd (rojo) en alusión a sus frutos.
El específico coriaria deriva del latín también (corium, piel, cuero) y alude al antiguo uso del zumaque en las tenerías como curtiente de pieles. Este uso se debe a la riqueza en taninos de esta planta, por lo que era cultivado ampliamente. De hecho, en la familia Anacardiáceas son frecuentes las especies ricas en taninos. Éstos le dan carácter astringente a esta planta, por lo que ha sido muy utilizada en medicina popular para detener todo tipo de flujos como diarreas y hemorragias. Incluso como anitescorbútica. Lo que ocurre es que hay que ser muy prudentes en las dosis pues puede producir intoxicaciones.
Barracuda la ha encontrado en la provincia de Zaragoza en: Nombrevilla, Daroca y Sestrica. De esta localidad es el ejemplar de la fotografía.